Crítica: ANTHRODYNIA «Unspeakable Horrors Emanating from Within»

El debut de Anthrodynia, dúo de Edmonton (Canadá) formado por Derek Orthner y Durell Smith, es una losa de Death/Doom que logra transmitir tanto brutalidad como un profundo sentimiento de angustia existencial. Unspeakable Horrors Emanating from Within no busca reinventar la rueda, pero sí aporta una visión personal y coherente de un género que vive del peso, la atmósfera y la opresión.

El álbum fluye como un bloque compacto de casi 40 minutos, en el que la violencia del death metal y la lentitud sofocante del doom se entrelazan sin fisuras. Riffs espesos, baterías que alternan entre la furia y la contención, y una voz cavernosa cargada de desolación construyen un paisaje sonoro que resulta devastador y absorbente. La producción, a cargo de Orthner y masterizada por Brad Boatright, encuentra el equilibrio justo entre crudeza y claridad, permitiendo que cada capa instrumental aporte a la sensación de inmersión total.

En un momento donde el death/doom parece haber agotado su capacidad de sorprender, Anthrodynia logra aportar una densidad y una crudeza que recogen lo más atractivo del género, potenciando tanto su vertiente atmosférica como su violencia estructural. Se perciben influencias claras de nombres como Disembowelment, Incantation, Spectral Voice, Ossuary, Grief y Krypts, pero el dúo evita sonar derivativo, ofreciendo un trabajo que respira honestidad y fuerza propia. La portada de Karmazid refuerza esta idea, dando forma visual al concepto que sostiene el álbum.

En conjunto, Unspeakable Horrors Emanating from Within es un debut contundente y prometedor, que sitúa a Anthrodynia como un nombre a seguir dentro del death/doom contemporáneo. Una obra oscura, sofocante y bien construida, que demuestra que incluso en los terrenos más pesados y lentos del metal extremo todavía hay espacio para propuestas relevantes.