Crítica: THE RIVER «Harrows of the Down”

Banda: The River

Título: Harrows of the Down

Año: 2024

País: Reino Unido

Formato: EP

Duración: 22 minutos

Discográfica:  Underlin Music

Género:  Doom Metal

(8/10)

Llevo bastante enganchado a todo lo que han estado haciendo está gente últimamente. Me siento tremendamente afortunado de haberme caído del caballo cual San Pablo camino de Damasco y haber redescubierto a este grupazo con el paso de los años. Llámese madurez, llámese envejecimiento, llámese lo que sea, estoy encantado con esta gente. Si hay un grupo que para mí mantiene el legado de los desaparecidos Warning, son para mí The River. Quizas no sean musicalmente iguales pero la esencia es la misma y la capacidad de poder tocar esas fibras que tocaba Patrick Walker están ahí. Da gusto verles tan activos, como el Split con The Human Condition o este nuevo lanzamiento que realmente es una regrabación en acústico de los temas del «A hollow full of hope».

Tengo una cierta querencia por discos de este tipo y me suelen gustar estas regrabación es. Ya funcionó con el Hindsight de Anathema y a esa gente le va como anillo al dedo. Cómo decíamos, temas arreglados para acústico con el minimalismo por bandera y una emoción tan verdadera como la que respira el mismo LP. Los temas tienen menos desarrollo, están más condesandos y, por supuesto, desnudos de todo el poco artificio que les quedaba.

Ningún arreglo es malo, todos destilan calidad y, por supuesto, melancolía, tristeza, soledad, reflexión, intimidad… es como entrar hasta la cocina de la mente de este grupazo. Me parece un flipe lo que, bajándolo a mínimos de instrumentación, «Exits» recuerda a unos Anathema de la época del Alternative 4 o Judgement. Y la voz de Jenny Newton, una maravilla como mantiene los tonos sonando más clara y sencilla que en el disco, tomando más presencia ante instrumentos desenchufados.

Es un disco que, debido a su brevedad, me ha acompañado mucho en las mañanas, en las noches, en el crepúsculo, en el amanecer y por supuesto que caerá. Un disfrute de temas uno tras otro al que se le añade como cierre magistral el «Distante summer days», íntimo y delicado, en el que parece jugar con los rayos del sol. La portada ya lo dice todo y es que no dará para disco del año porque no dejan de ser versiones porque qué puta gozada el ponerselo.

Deseando estoy de poder verlos en directo y disfrutar de su música. Mientras, si podéis, pillaosla en su bandcamp que la tienen a cuatro euros y tienen pinta de ser unos tíos la mar de majetes.

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