Crítica: THE KRYPTIC «A journey to the darkest Kingdom”

Nuevo disco de los brasileños, antiguos Cryptic Lorn y reconvertidos en The Kryptik para mayor gloria de ese Black Metal majestuoso y de castillos que tanto nos mola. Y es que uno ve el logo y la portada y ya le entra unas ganas locas de atravesar las puertas cósmicas.

Todo está en su sitio: los colchones de teclados, el sonido majestuoso que nos acompaña durante todo el disco, las melodías espectrales y sinfónicas, las partes veloces y atmosféricas… todos los que adoramos el rollo Emperor, las sinfonías de Limbonic Art, Obtained Enslavement o los viejos Dimmu. Pero con este disco hay algo que me falla y es que los temas se me acaban pareciendo demasiado. Parecen cortados con el mismos patrón y hay variaciones mínimas.

Si, tienen ese rollo mayestático que impresiona y que te hace vocal cuando las exhortaciones de Sinner vuelan cruzándose esos planos fríos de campo de batalla pero a la décima vez, cuando todo te acaba pareciendo lo mismo, te deja un poco frío.

No ayuda que el disco sea tremendamente largo. Antes lo decía con Blood Magic: menos es más. De los 69 minutos de disco, le sobra media hora. Con tres/cuatro temas como «Unhallowed» (que es bien bueno, todo sea dicho) o «The Rotten Wounds of the Blessed» y te queda un disco la mar de resultón y te guardas otros dos para un EP y listo todo.

Y volvemos a lo mismo, al final si los temas se acaban pareciendo mucho, pierdes interés y el resultado se desdibuja bastante. De los grupos que salieron en este rollo, me parecieron de los más chulos pero este disco, que lo cogí con ganas y lo empecé a disfrutar mucho, me ha generado una sensación de insatisfacción, la cueva distinta a Epheles. Esperemos al próximo a ver qué tal.