Crítica: HÄSSLIG – «Apex Predator»

De nuevo vuelve al ataque el bueno de D.B. que, mientras madura un nuevo lanzamiento de Negativa, nos presenta otro ataque más de crudo y apunkarrado Black Metal, directo a la yugular y cargado de odio y bilis (negra). Once temas más una versión de Midnight que hacen las delicias de los que disfrutan de la náusea pura.

Tras dos eps en los que la crudeza y el minimalismo de Hässlig cabalgaba como un jinete pálido, sobre todo el «Guillotine» de 2021, en 2024 se descuelga con un disco de sonido mucho más contundente y compacto que los anteriores, que suena más a producción de primer disco. Predomina un sonido básico, con riffs abrasivos y cortantes, batería tupatupatosa y un bajo con buenas líneas que cubre un buen sonido de fondo. A ellos, añádele una voz tortuosa con toneladas de reverb que da una sensación antinatural a los fraseos y listo. Material efectivo y molón, que transmite perfecta el asco por el mundo y la vida humana en general.

Desde el tema «Yellow bile«, con el que se abre el disco, los temas van cayendo en cascada. Aunque predomina los ritmos constantes, sin caer en blasbeats, resulta obsesiva y enfermiza. Aún siendo repetitiva, permite establecer una base perfecta para abrir la puerta a una colección de riffs disonantes y desagradables que jalonan todos y cada uno de los temas del disco. Como decíamos, temas como «Psychopatic triumph», «Flesh and bone» o «Slaves» son de lo mejor del disco cuando entran los riffs a toda pastilla, caóticos y terribles. Por contra, «Watch them hang» tiende más a medio tiempo negativo y absorbente pero es igualmente abismal, como el resto.

Recomiendo ponérselo en bucle en una noche tormentosa y etílica, ideal para el aislamiento y el crepúsculo o, incluso, pincharse la versión de Midnight que se casca, que le da un puntillo más de decadencia. «Unholy and rotten» dan ganas de meterse en una pelea y reventarte las napias a ostias. Sin te molan Bone Awl, Ritual Knife, Arnaut Pavle o Крюкокрест.

Pura violencia, negatividad, odio, miseria, decadencia, asco, incomodidad… y más calificativos que se me ocurren escuchando este disco. Te pones «Raping the exoskeleton of god» y te dan ganas de pegarle fuego a todo y gritar, gritar y aullar. Disco disfruton coronado con los buenos diseños que se casca el bueno de D.B. Caerá temprano o temprano.