Crítica: BLOODFED «Pandemonium»

Pandemonium, el debut de larga duración de los indonesios Bloodfed, es un disco de Death Metal que cumple con lo que promete: riffs pesados, atmósfera cruda y un sonido que bebe directamente del culto al HM-2 sueco, con claras referencias al estilo de Entombed y Dismember. El álbum ofrece ocho cortes en menos de media hora, con una versión de Grave incluida que subraya sus influencias y coloca a la banda en un marco muy definido dentro del Death Metal clásico.

La producción es rústica, deliberadamente sucia, y aunque transmite brutalidad, también hace que muchos matices se pierdan en la mezcla. La portada incluso tiene un ligero guiño a Clandestine de Entombed, reforzando la sensación de homenaje a la vieja escuela escandinava. Quizá lo más embarazoso del disco sea la voz: gutural y agresiva en apariencia, pero sin verdadera garra ni variación, lo que resta impacto a unos temas que piden más fuerza en la interpretación.

El problema principal de Pandemonium no es su ejecución instrumental, que es correcta y sólida, sino su falta de personalidad: cada canción cumple, pero pocas dejan huella más allá de su intensidad inmediata. No hay nada realmente malo en el disco, pero tampoco nada que lo diferencie de decenas de propuestas similares en la escena internacional. Es un trabajo digno, hecho con honestidad, que funcionará para quienes buscan Death Metal crudo y directo, pero difícilmente logrará destacar o ser recordado más allá de su lanzamiento.