Banda: Unbegotten
Título: Astral Terror
Año: 2023
País: España
Formato: Álbum
Duración: 45 minutos
Discográfica: Altare Productions
Género: Black Metal
Banda: Unbegotten
Título: Astral Terror
Año: 2023
País: España
Formato: Álbum
Duración: 45 minutos
Discográfica: Altare Productions
Género: Black Metal
Llevaba un tiempo rondandolo desde que escuché el adelanto en El sentir de los malditos anterior y al final me hice con el en el concierto de Numen. Ganas había de catarlo visto los trabajos previos. Y es que hay grupos que tiran de parafernalia, se sabe hasta la marca de zapatos que gastan y te salen en Metal Archives haciendo el mamarracho y luego están otros como este en el que sus miembros disfrutan del más absoluto anonimato para dejar que la música hable de ellos.
En este caso, lo que nos habla es una portada tremendamente sencilla y efectiva: una inmensidad del cosmos negra y amenazante con un planeta tierra que se ve lejano y pequeño, infinitamente vulnerable ante un universo indiferente (también podríamos haber tirado de la imagen mas prosaica y evidente que es decir que parece la estrella de la muerte, terror en el mundo de Star Wars). Toda una retórica lovecraftiana que realmente está tomada de un fragmento de El Camino de Delibes (si, el clásico fatalismo español que nunca defrauda: Unamuno, Baroja, Ramón J Sender… muy negro todo)
Si la portada ya nos muestra una pequeña rendija de lo que podemos encontrarnos, pinchar el vinilo es adentrarse en su mundo: oscuro, lóbrego, denso, negativo, asfixiante y desolador. La música sigue los patrones del anterior disco «Manifestion» pero la música va sonando mas profunda, con ritmos más obsesivos y, sobre todo, muy bien ejecutada. Se nota que no estamos ante unos principiantes y porque estos desconocidos tienen tablas de sobra para saber a dónde quieren llegar. El ejemplo máximo es «The great devouring mouth will overwhelm…» donde las masivas guitarras van engulléndote y atrapándote hacia un ominoso final en el que las melodías van abrazándote de manera intrincada y obsesiva hasta la desintegración final.
Destacar la magnífica producción a cargo de Simón en The Empty Hall studios y el trabajo de la batería, precisa y atronadora. Un disco pensado y muy trabajado, íntimo y descorazonador, de esos que te vacían por dentro. Música para malditos donde cada elemento está donde tiene que estar. Pocas cosas como estás se hacen en este maldito país así que no dudaría lo más mínimo en echarle un vistazo.