Crítica: ONE OF NINE – «Dawn of the Iron Shadow»

Banda:  One of Nine

Título:  Dawn of the Iron Shadow

Año: 2025

País: EEUU

Formato: Álbum

Duración: 45 Minutos

Discográfica: Profound Lore Records

Género: Épic Black Metal

(8.5/10)

Con su segundo álbum, Dawn of the Iron Shadow, One of Nine confirma lo que muchos ya intuían: la banda se ha convertido en toda una sensación dentro del épico y melódico Black Metal, un referente emergente para quienes buscan música capaz de transportar a otros mundos con un enorme poder evocador. El grupo afianza un estilo que bebe directamente de la tradición instaurada por Summoning, Caladan Brood y Emyn Muil, pero sin limitarse a reproducir fórmulas. Al contrario, se expande hacia territorios que recuerdan a la grandeza sinfónica de Emperor, la energía melódica de Mörk Gryning y las atmósferas densas y multicapa de los mejores Dimmu Borgir, logrando un equilibrio magistral entre épica, oscuridad y emoción.

La construcción sonora del álbum destaca por sus teclados majestuosos, herederos de la escuela de In the Nightside Eclipse, capaces de elevar cada pasaje hacia un plano mítico; guitarras melódicas que pintan paisajes más que atacar; ritmos marchantes que evocan travesías por reinos olvidados; y voces ásperas, reverberantes, que funcionan casi como narradores de eras perdidas. Todo ello conforma una atmósfera profundamente tolkieniana, donde cada tema parece un capítulo de una crónica épica: ruinas élficas, batallas ancestrales, héroes condenados y sombras que se extienden sobre un mundo antiguo.

El espíritu de la Tierra Media está presente desde la primera nota, y no solo de manera superficial: Dawn of the Iron Shadow posee esa cualidad única de ciertos discos de Summoning y Caladan Brood, capaces de proyectar paisajes enteros en la mente del oyente. Las melodías despliegan una sensación de viaje, de nostalgia eterna y de amenaza creciente, mientras que las rítmicas solemnes actúan como pasos resonando en valles desolados o sobre murallas devastadas.

La portada del álbum añade una capa extra de significado. Todo apunta a que representa el legendario enfrentamiento entre Glorfindel y el Balrog en los desfiladeros tras la caída de Gondolin, cuyos restos se observan al fondo. Una escena icónica y trágica que resume a la perfección el espíritu del disco: luz contra oscuridad, heroísmo radiante enfrentando a fuerzas primordiales, la belleza quebrada de un reino élfico devastado. Esa misma dualidad —melancolía luminosa frente a brutalidad sombría, es la que gobierna el viaje musical del álbum.

En definitiva, Dawn of the Iron Shadow no es solo un notable segundo trabajo: es una obra que consolida a One of Nine como una de las nuevas grandes voces del épico Black Metal atmosférico. Un disco que no se limita a sonar, sino que se contempla, se imagina y se vive como si fuese una crónica perdida de la Primera Edad.

Biografía de ONE OF NINE

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