Crítica: GRÀB «Kremess»

En su segundo larga duración, GRÀB vuelve a demostrar que el Black Metal aún tiene territorios por explorar sin perder fidelidad a sus raíces. Titulado Kremess “banquete funerario” en el dialecto bávaro, el álbum se sumerge en la muerte como eje temático y en el folclore alpino como trasfondo narrativo. Tal como lo hizo en su debut Zeitlang (2021), la banda continúa enarbolando un Black Metal de esencia noventera, pero esta vez con una propuesta más rica en matices y con una visión renovada.

La obra mantiene la impronta regional que caracteriza a GRÀB, integrando nuevamente el dulcémele, un instrumento tradicional bávaro que aporta un aire inconfundible y ritual a la música. Esa sonoridad autóctona se entrelaza con influencias de la escuela noruega, remitiendo a los pasajes sombríos de Gehenna, la melancolía y acústicas de Ulver y la crudeza de Darkthrone, pero también con la intensidad espiritual de Abigor, la densidad atmosférica de Drudkh, y los referentes alemanes de peso como Nagelfar y Lunar Aurora.

La entrada del guitarrista inglés Gnàst, sustituyendo al anterior compositor principal Grain, marca un punto de inflexión. Su aporte amplía el espectro de ideas y se nota en la manera en que las atmósferas se despliegan con mayor diversidad, sin traicionar el núcleo oscuro y agresivo del proyecto. A esto se suma la participación de invitados de lujo, con miembros de Empyrium, Triptykon y Dark Fortress, quienes aportan detalles que enriquecen la experiencia sin eclipsar la identidad del grupo.

Kremess es un disco de contrastes: agresividad y solemnidad, tradición y modernidad, raíces locales y proyección universal. Si Zeitlang fue la carta de presentación de un concepto original, este nuevo trabajo consolida a GRÀB como una de las propuestas más singulares dentro del panorama europeo actual, expandiendo su “imperio bávaro” más allá de las montañas que lo vieron nacer.

En conclusión: Kremess no es solo un banquete funerario en el sentido lírico, sino una celebración del poder de la música para entretejer memoria, mito y furia extrema. Un álbum imprescindible para quienes buscan en el Black Metal algo más que simple nostalgia: una voz propia enraizada en la tierra, pero mirando hacia adelante, uno de los mejores discos del género que han salido este año, sublime!