Crítica: DEVOTION «Astral Catacombs”

Ya está aquí el tercer álbum de Devotion, una banda que se toma las cosas con calma a la hora de estructurar su música, este disco tiene lo que podíamos esperar de él, calidad, buen hacer y un sentimiento de oscuridad en cada una de sus composiciones, esta vez los veo coquetear con el Death/Doom más que en sus anteriores obras, los riffs son más lentos, pesados y densos aunque mantienen la esencia de la banda a la perfección, y es que, la voz de Vicente es única, posee un registro vocal inconfundible y es uno de los grandes alicientes de esta formación.

Los temas transcurren en unos pesados riffs, oscuros, elegantes y potentes, con melancólicas melodías, buenos solos de guitarra, y una producción muy buena. La banda destila calidad la mires por donde la mires, se nota a la legua que hay verdaderos maestros del género detrás, no es una música hecha por principiantes. Aparte saben añadir partes de teclados y crear unas atmósferas con esos interludios que también son dignos de mención.

Devotion están por méritos propios, entre las bandas actuales más grandes del país, su música es auténtica, mantienen una infraestructura no al alcance de cualquiera, tengo que mencionar también la cojonuda obra de Naroa Etxebarria, que ya trabajó en anteriores diseños para la banda, pero es la primera vez que vemos su arte reflejado en la portada.

Sin duda este disco será de los más destacados del año a nivel nacional, ya que, este disco mantiene la garra y pegada que podemos esperar de Devotion, si os gustan bandas como Asphyx, Morgoth, Hooded Menace, Dead Congregation, Rippikoulu, Bolt Thrower y demás, esto os causará una muy buena sensación, es una música que puede servir de banda sonora para una lectura de Lovecraft, bajo una fría noche de lluvia. Potente, denso y oscuro Death Metal de muy buena cosecha.

El disco ha sido editado una vez más por Memento Mori, un sello que hasta la fecha no ha tenido una edición floja, siendo así mi favorito del país en la actualidad. El disco consta de 10 cortes en los cerca de 44 minutos de duración, lo dicho, es un disco elegante que no debe de pasar desapercibido por nadie que se considere amante del auténtico Death Metal, del que mantiene ese sentimiento de podredumbre, sólo al alcance de unos pocos.