Crítica: CHRIST AGONY «Anthems»

Tras casi una década de silencio discográfico, Christ Agony regresa con Anthems, un álbum breve en contenido de temas, pero enorme en intenciones. Desde los adelantos “Empire of Twilight” (tema inicial) y “Nocturnal Dominion” (cierre), la banda dejó claro que no iba a centrarse en el virtuosismo técnico ni en la brutalidad gratuita, sino en algo más profundo: construir un universo de emociones sombrías y de espiritualidad oscura.

El disco se mueve entre la crudeza del Black Metal clásico y pasajes casi rituales. Las guitarras no buscan sorprender con velocidad o complejidad desmedida, sino que funcionan como capas hipnóticas que envuelven, arrastran y crean sensación de trance. La voz de Cezar, áspera y cavernosa, ruge como siempre.

En el centro del álbum destacan piezas como “Sanctuary Of Death” y “Rites Of The Black Sun”, donde la tensión emocional alcanza un nivel casi litúrgico. Aquí es donde se percibe más claramente el carácter onírico y evocador de la obra: no son canciones que golpean de inmediato, sino que seducen, atrapan y generan imágenes internas.

La producción acompaña perfectamente esta intención: clara, envolvente y con un balance entre crudeza y claridad que permite escuchar cada detalle sin perder la densidad necesaria para un disco de Black Metal, los temas tienen personalidad propia, como si de un capítulo diferente tratase cada uno, una historia contada en varios tomos con una capa diferente de emociones en cada uno.

Anthems no es un álbum para quienes busquen fuegos artificiales técnicos ni velocidad a toda costa. Es, en cambio, un viaje introspectivo, onírico y emocional, donde cada canción funciona como un canto oscuro que apela más a la sensibilidad y a la imaginación que al virtuosismo. Un regreso maduro, sincero y con propósito, que reafirma a Christ Agony como una banda capaz de mirar atrás a sus raíces sin dejar de sonar vigente en 2025, hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un disco de la banda así de sincero y emocionante.