Vuestra temática ya de cosecha propia sigue sumergida en la liberación animal y la explotación que sufren los millones de animales a diario, aunque eso es algo que no va a cambiar en este mundo injusto ¿qué métodos y leyes aplicarías para en medida de lo posible hacer menos cruel este hecho?
Si, seguimos con esa temática aunque enfocada de manera muy diferente a cómo solíamos hacerlo en el pasado. No estoy de acuerdo contigo cuando comentas que la explotación animal es algo que no va a cambiar, está claro que ese cambio no lo vamos a ver nosotros, pero que cada vez hay más gente considerando el respeto a los animales es algo evidente.
El movimiento por los derechos de los animales es relativamente nuevo, no ha hecho más que dar sus primeros pasos, y al igual que la lucha por el sufragio universal o la que tuvo lugar por la abolición de la esclavitud, es una lucha a largo plazo. Nosotros no aplicaríamos ninguna ley, el respeto a la vida de los animales como al de el resto de humanos debe surgir de la lógica y la razón de cada uno. El resto de animales al igual que nosotros (también lo somos) poseen la capacidad de sufrir y de disfrutar de sus vidas, este es el motivo por el que deberíamos respetar sus intereses básicos, que son los mismos que los nuestros, conservar la vida y disfrutarla y no sufrir.
Lo que nosotros si promovemos abiertamente es el hecho de cuestionarnos el especismo, que no es otra cosa que la discriminación arbitraria de otros individuos simplemente porque pertenecen a una especie diferente a la nuestra. Al igual que el racismo, donde se discrimina a otros por motivos raciales o al igual que el sexismo donde se discrimina a otros por motivos sexuales, el especismo discrimina a otros por motivos de especie y es igualmente injustificable.
Si los intereses que tenemos todos los animales son los mismos, el respeto que les debemos también lo es. Aprovecharnos de los más débiles, ya sean animales humanos o animales no humanos, siempre está injustificado y en situaciones de injusticia permanecer neutral siempre favorece al opresor, nunca al oprimido, de ahí que nosotros y cada vez más gente se posicione del lado de los animales.