Crítica: THYRATHEN – «Lakonic»

El Black Metal griego nunca deja de sorprendernos. Al igual que Portugal, no deja de ser chocante que un pequeño país del sur de Europa sea tan jodidamente productivo y, sobre todo, tenga una escena tan boyante y personal. Sus grupos suenan a propios y nunca dejan de salir producciones de una altísima calidad, como este de Thyrathen. Quizás tenga que ver con el hecho de que tienen una escena musical tremendamente cohesionada a nivel underground y que es punta de lanza para todo el metal en general y el Epic Metal y el Black Metal en particular (recordemos el «Up the hammers» y que allí fue donde reaparecieron Cirith Ungol).

Añadamos a eso que en el Black Metal son una escena puntera desde finales de los 80 merced a esa triada sacrosanta de Rotting Christ/Varathron/Necromantia. Eso imprime un carácter especial que nunca ha dejado de permear a lo largo de los años y ha hecho que sea uno de los países mas productivos: Cult of Eibon, Hierophant’s Descends, Yoth Iria, Ithaqua, Katavasia o estos mismos Thyrathen son un ejemplo clarísimo de que el Black Metal helénico mantiene su buena salud.

El caso es que estos Thyrathen me parecen de lo mejor surgido en los últimos años. Siempre con esos riffs cálidos y machacones, esos medios tiempos tan griegos y la presencia de teclados atmosféricos se le une una parte folklórica tremendamente potente con instrumentos como la lira que le da un toque de distinción tremendamente personal. El conjunto se redondea con las voces de Stefan de Varathron y los gritos agónicos del bueno de Alexandros de Macabre Omen que los añade en temazos ultra épicos como «Religious agonies» como el perfecto complemento.

Y es que prácticamente todo es obra de un músico con un abanico de recursos como es el bueno de Noch que es capaz de sintetizar a la perfección esa esencia griega y catalizarla hacia una música griega. Los coros, los recitados, el uso de las partes acústicas, el sonido épico, marcial y solemne, casi espartano, exuda por los poros del disco pero sin perder la cabeza de que la melodía es lo más importante.

Temazos como «Matter, void, sperm» o «Η Πόλις – The City (The Philosophical Poem)» son de lo mejorcito o ese cierre bombástico de «Scales & Sword (The Fall of Justice)» clausura un disco que va directamente al top de lo mejorcito del año. Para mí es claramente el disco que NO ha sacado este año Rotting Christ y que debería haber sacado. Si os flipan Macabre Omen, Kawir o lo que tendrían que están haciendo ahora Rotting Christ, echadle un vistazo. Como decían Battleroar, el puto Metal from Hellas que nunca nos falla.