Crítica: FAMISHGOD: «Rotting Ceremony»

El Doom Metal es un estilo que lo amas o lo odias. Cuando escuchas un buen disco, siempre lo recuerdas, pero le das como mucho un par de canciones de margen para tomar tu decisión, ya que si no te entra desde el primer tema ni te molestas en seguir. En cambio el Death Metal siempre es de más fácil escucha y solemos darle más margen antes de decidir.

Los estilos híbridos como el Doom/Death Metal son una auténtica ruleta rusa. Prácticamente es jugar con fuego. Famishgod de forma lenta (como si de Doom se tratase,jeje) ha logrado en su tercer larga duración el equilibrio necesario entre los dos estilos.

Con Pako Deimler, Dave Rotten  disfrutaremos de Doom lento, melancólico y oscuro junto a riffs propios del Death Metal que le dan ese toque tan particular y que sin duda es lo que marca la diferencia. Observo una clara madurez compositiva propia de la experiencia y seguramente haber tenido tranquilidad a la hora de componer.

Pero si algo ha sido un auténtico acierto, comparado con sus dos lanzamientos anteriores, sin duda ha sido reducir la duración media de los temas. Es curioso las pocas veces que se hace mención en las reseñas del metraje de las canciones que en mi opinión tiene casi la misma importancia que la calidad compositiva. En “Rotting Ceremony” la duración media es de 6:00 minutos salvo el último tema.  La duración total del disco también es la más reducida de todos sus lanzamientos.

La atmósfera es excelente y aunque la estructura compositiva pueda resultar en ocasiones predecible, hay momentos memorables en el desarrollo de las canciones. Destacaría la dupla “Rotting Paradise” y como enlaza con “Crystal Palace”, aunque todo el disco es muy homogéneo.

Notable alto para una banda que cada vez va a más, sin prisa pero sin pausa.