Crítica: MARDUK «Heaven Shall Burn… When We Are Gathered» (25 aniversario)

Banda:  Marduk

Título:  Heaven Shall Burn… When We Are Gathered

Año: 1996

País: Suecia

Formato: Álbum

Duración: 35 minutos

Discográfica: Osmose Productions

Género:  Black Metal

(9/10)

Este año se cumplirán 25 años del lanzamiento de uno de esos trabajos que forjan con cincel ensangrentado sobre piedra inmortal la leyenda de una banda. El disco que nos ocupa es el “Heaven Shall Burn… When We Are Gathered” lanzado por Osmose Productions por la autoproclamada banda más blasfema, violenta y ruidosa del planeta, ellos son, cómo no, Marduk!!.

Este es el cuarto trabajo de la banda sueca de Black Metal, siempre es complicado el cuarto disco, sobre todo si ya has completado una trilogía previa tan arrolladora y portentosa, si a eso sumas que vienes de crear dos años antes uno de los discos más emblemáticos y míticos del Black Metal como fue el “Opus Nocturne” pues la empresa se torna aún más hercúlea, pero la horda del gran Morgan, alma fundadora del combo, salió victoriosa del complicado trance como ahora comprobaremos.

Lo primero que hay que destacar de este disco (y no es poca cosa) es que la banda ya no contaba con su vocalista Joakin Götberg que había decidido emprender nuevas aventuras musicales y decide incorporar a su line up por primera vez a un (hasta entonces) semi desconocido frontman/vocalista llamado Erik “Legion” Hagstedt proveniente de una banda llamada Ophthalamia que había recibido bastante buenas críticas con sus dos primeros discos, ahora el gigantón vikingo pasaba a jugar en primera división y no iba a desaprovechar la oportunidad, un salto de nivel para el que estaba más que capacitado, el tipo había llegado para quedarse con el trono.

Lo primero que descubrimos es que estilo vocal de Legion es más agresivo, iracundo y visceral que el de Joakin, este bigardo rubio de casi dos metros de aspecto atemorizante canta como si tuviese el mismísimo demonio metido en el cuerpo, con una rabia, una furia y una virulencia pocas veces vista hasta entonces y eso se traduce en la música porque acaso este es el disco más violento y bestial de la banda hasta entonces y eso ya es mucho decir.

La blasfemia, la velocidad y la violencia seguían siendo las piedras angulares sobre las que se seguía cimentando la columna vertebral de la banda, hay cosas que no son negociables. Después de una breve intro inquietantemente calmada la banda sale con todo en un tema ultra rápido y violento como es “Beyond the Grace of God”, furiosos riffs de guitarra y montañas de Blast beats nos dan la “bienvenida” a sangre y fuego en un tema donde la voz de Legion se presenta descarnada, violenta y desgarradora, casi inhumana, sin duda uno de los mejores temas del disco sino el mejor, el disco ha empezado como si el mismísimo Lucifer hubiese eructado en tu cara.

Temas tan corrosivos, salvajes y demenciales como “Infernal Eternal”, “Darkness it Shall Be” o “The Black Tormentor of Satan” siguen por los mismos derroteros de violencia extrema, eso es, baterías a piñón, riffs sangrantes y voces infernales acompañadas por algunos cambios de ritmo absolutamente geniales que dan lustre a los temas, este disco no hace prisioneros, solo deja tierra quemada a su paso!!!. Caos y brutalidad a un nivel superior.

Otro de mis temas favoritas dentro de que en mi opinión todo raya a un nivel demoledor es “Glorification of the Black God”, un tema que se sirve en su comienzo del clásico “Night of Bald Mountain” de Mussorgsky y que de alguna manera impregna todo el tema con una mezcla de clasicismo barroco y brutalidad desatada e incontrolable, otra joya que te deja la cabeza del revés.

Otro de los grandes clásicos que encierra este disco y que encaja y enlaza perfectamente con su etapa anterior a Legion es la inquietante, sombría y siniestra “Dracul va Domni Din Nou in Transilvania”, homenaje sin duda al famoso y controvertido conde transilvano, un tema de tempo más calmado, atmósfera perturbadora y que desprende un sentimiento acompañado de una subyugante melodía que te deja sin aliento, absoluta maravilla!!!.

Para terminar y como nota curiosa el tema que da carpetazo a este clásico del Black Metal el tema “Legion”, no sé si una manera de encumbrar y dar importancia al nuevo miembro pero vamos, con el primer gruñido el Sr. Erik Hagstedt demostraba su poderío y personalidad, demostraba en definitiva, a lo largo del todo el disco, que era uno de los vocalistas más bestias que había visto el estilo hasta ese momento, una fuerza de la naturaleza que daría mucho que hablar en el futuro con sus diferentes proyectos. En resumen el disco que abría el segundo periodo de Marduk y que conseguía con creces salvar el complejo escollo que todo cambio de ciclo supone, a base de talento, agresividad, brutalidad, fuerza y fe en sus propias cualidades como la banda más atronadora del planeta, un disco sencillamente imprescindible para todo amante del estilo que se precie.

Biografía de MARDUK

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