El Thrash Death como los noruegos Nekromanteheon, el Black más melódico y atmosférico con los trabajos de Groza o Los Males del Mundo, el Black más ortodoxo de Gorgon, ese viaje onírico de The Ruins of Beverast, y cómo no, el Death Metal, con las bombas de Apparition, Venefixion, Frozen Soul, o "nuestros" Bizarre y Devotion.