Banda: Outer Heaven
Título: Realms of Eternal Decay
Año: 2018
País: EEUU
Formato: Álbum
Duración: 33 minutos
Discográfica: Relapse Records
Género: Death Metal
Banda: Outer Heaven
Título: Realms of Eternal Decay
Año: 2018
País: EEUU
Formato: Álbum
Duración: 33 minutos
Discográfica: Relapse Records
Género: Death Metal
Lo primero que me ha venido a la mente al comienzo del disco es «Demilich», esos ritmos disonantes y ultra-técnicos, luego la sensación va desapareciendo ya que se centran más en ritmos pesados a medio tiempo, suenan contundentes y aplastantes, Outer Heaven acaban de lanzar su álbum debut y tras dos escuchas que llevo ya, puedo decir que estamos ante otro de los mejores discos del año en cuanto a Death Metal del de verdad.
El estilo tiene pinceladas de la escena finesa de los 90’s, también cómo no, de la americana, Disma, Incantation, Funebrarum y esa fórmula de mezclar el estilo con el Death Metal finlandés, no es nada nuevo pero funciona a la perfección, a día de hoy hay muchísimas bandas nuevas que apuestan por este estilo y los que gozamos del auténtico Death Metal todas estas bandas entran de maravilla, hablo de grupos como Tomb Mold, Disgusted Geist, Mortuous, Ritual Necromancy, Nucleus, y un largo etcétera, me atrevo a decir que la cantera estadounidense está en su mejor momento desde comienzos de los 90’s.
Volviendo al disco nos encontramos con una producción pesada y oscura pero con sonido sobresaliente, no es para menos teniendo en cuenta que el álbum ha sido producido por Kevin Bernsten (Skeletonwitch, Full of Hell, Integrity) en Developing Nations Studios, ha sido mezclado y masterizado por Arthur Rizk (Cavalera Conspiracy, Inquisition, Pissgrave). Otro tema a destacar es la cojonuda portada, obra de Matthew Stikker (Power Trip).
En definitiva «Realms of Eternal Decay» es un disco de élite, con unos músicos que saben muy bien lo que hacen, Relapse Records ha editado esta cojonuda obra con 10 temas que harán las delicias de cualquier aficionado del género, un cóctel cojonudo de ritmos aplastantes de puro «headbanging».